Peniscola Castle
Castellón Comunidad Valenciana Spain
castle, chateau
Castillo Palacio de Peñíscola
Castellón Comunidad Valenciana Spain
castle, chateau
Peniscola Castle (Spanish: Castillo de Peñíscola; Valencian: Castell de Peníscola) is a castle in Peniscola, Castellón, Valencian Community, Spain
El Castillo Palacio de Peñíscola (Castellón, Comunidad Valenciana, España), también llamado Castillo del Papa Luna, está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar
Previous names
Peniscola Castle, Castillo Palacio de Peñíscola
Description
Peniscola Castle (Spanish: Castillo de Peñíscola; Valencian: Castell de Peníscola) is a castle in Peniscola, Castellón, Valencian Community, Spain. The castle is restored and is open to the public. The castle is situated on a crag overlooking the Mediterranean Sea, at an altitude of 64 metres (210 ft) above mean sea level. The earliest evidence of habitation in the area were Ibero-Roman remains excavated in the port of Peniscola; they date to the 1st–2nd centuries BC. Arab writer Al-Idrisi described Baniskula in the 11th century AD, and briefly described a Moorish castle overlooking the sea. There are no detailed descriptions until the 13th century, when James I of Aragon briefly summarised the Muslim defences. The castle was transferred to James's control in April 1229, after the last Almohad governor of Valencia, Zayd Abu Zayd, signed an accord surrendering various castles in eastern Spain. The current form of the castle is essentially that developed by the Knights Templar, who planned to develop a kingdom centred on Peniscola. James II of Aragon gave the castle to the Templars in 1294, together with the nearby castles of Pulpís and Xivert. The Templars began work that year, demolished the Muslim fortifications, and completely rebuilt the castle; the work was completed in 1307. In common with other Templar fortifications, the castle was laid out around an inner ward and possessed a chapel. Architectural features included barrel vaulting and round arches. The basic Templar core of the castle remains intact; some changes were made by Antipope Benedict XIII in order to modify it for use as a papal residence in the early 15th century. The castle defences and the associated town fortifications were significantly upgraded from the early 16th century onwards, in line with advances in military technology. The castle was massively redeveloped by military engineer Giovanni Battista Antonelli in the 16th century. The castle was involved in various military conflicts of the Kingdom of Aragon, and later in the War of the Spanish Succession in the early 18th century, the Peninsula War and civil conflicts in the early 19th century, each of which impacted upon the state of the castle defences in some form. The castle garrison was finally disbanded in 1890.
El Castillo Palacio de Peñíscola (Castellón, Comunidad Valenciana, España), también llamado Castillo del Papa Luna, está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Su perímetro es de unos 230 m y tiene una altura media de 20 m. Los Templarios construyeron esta obra románica sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307. Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor que fue nombrado Papa por la obediencia de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. La tenaz lucha que mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase popular de "mantenerse en sus trece" en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa. El Papa Luna, Benedicto XIII de Aviñón, una de las figuras hispánicas más universalmente conocida y a la vez controvertida, se trasladó en 1411 a Peñíscola convirtiendo su castillo en palacio y biblioteca pontificia. De los muros y dependencias de esta fortaleza irradian ideas, sentimientos y prejuicios sobre un hombre íntegro, honrado y virtuoso que tuvo la osadía de perseverar en su convencimiento de verdadero Papa de la Iglesia Católica en una época marcada por guerras, ambiciones, codicias y corrupciones que afectaron incluso a las altas dignidades de la Iglesia, cuyo poder espiritual tuvo que claudicar ante el poder político y civil. Destaca en todo el conjunto la sobriedad y solidez de su construcción, tanto en las estancias templarias como en las estratégicas e intrincadas dependencias pontificias que realizaría más tarde Benedicto XIII (entre las que estuvo instalada una de las mejores bibliotecas del mundo). Pero, tal vez, el mayor interés arquitectónico del castillo se encuentra en la solución abovedada del Cuerpo de Guardia y en la austeridad y severa proporción de la Basílica de los Templarios. Utilizada por Benedicto XIII y Clemente VIII como Basílica Pontificia, a las características constructivas del resto de estancias une el presbiterio formando ábside semicircular cubierto con una media cúpula de cascarón encumbrada sobre un arco toral y un pequeño ventanal situado en el centro del ábside que ilumina tensionalmente el espacio. En esta Basílica reposaron durante algún tiempo los restos del Pontífice. En este castillo se conservan todavía remembranzas evocadoras de la presencia del Papa Luna y de su sucesor Clemente VIII, el también aragonés Gil Sánchez Muñoz, segundo Papa de Peñíscola. La Basílica papal de Benedicto XIII, austera nave de planta rectangular con bóveda de cañón algo apuntada y casquete esférico sobre el ábside; el salón del trono donde recibía embajadas y recepciones; el salón del cónclave; el estudio con ventanas al mar; las habitaciones pontificias, etc. Todo ello, utilizado por los dos papas de Peñíscola, había servido con anterioridad a los Caballeros Templarios y a los Montesianos que tuvieron aquí la sede y sostén de su encomienda. Durante el periodo de las Germanías (1519-1521), Peñíscola fue sede de la coalición de fuerzas capitaneadas por el Virrey de Valencia, Diego Hurtado de Mendoza y Lemos, que se opusieron a los agermanados. Por este hecho, el Virrey concedió a la población el título de fidelísima en 1522 y otorgó el perdón a los agermanados locales en nombre del rey Carlos I (1525). Felipe II ordenó la construcción de nuevas defensas artilleras, ejecutadas por el arquitecto italiano Juan Bautista Antonelli, con el objetivo de protegerla de los ataques de los piratas berberiscos. Estas no alteraron sustancialmente la conformación del castillo.
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