Castle of Alarcón
Cuenca Castilla-La Mancha Spain
castle, chateau
Castillo de Alarcón
Cuenca Castilla-La Mancha Spain
castle, chateau
The Castle of Alarcón forms part of the fortifications built around the town of Alarcón in Cuenca, Spain
El castillo de Alarcón forma parte del conjunto de fortificaciones establecidas en torno a la villa conquense de Alarcón
Previous names
Castle of Alarcón, Castillo de Alarcón
Description
The Castle of Alarcón forms part of the fortifications built around the town of Alarcón in Cuenca, Spain. The fortress is composed of a walled enclosure, which houses the heart of the population and the castle proper, and of five exterior towers, separate and strategically placed. History Of Arab origin, the fortress was first under the jurisdiction of the Emirate of Córdoba. Following the collapse of the emirate’s successor state, the Caliphate of Córdoba, and the formation of the taifa kingdoms, the town submitted to the Taifa of Toledo. During its time under Muslim power, the castle served as a defensive stronghold in the midst of internal conflicts. In 1184, Fernán Martínez de Ceballos, military captain under Alfonso VIII of Castile, besieged the fortress for nine months before finally capturing it in the name of his king. He was rewarded with the privilege of taking the name of the town as his surname, which he did, calling himself Martínez de Alarcón and thus establishing a new lineage. From then on, the Castle of Alarcón received much attention from the successive kings of Castile, who expanded and reinforced it while providing it with its own charter (fuero) and granting it lordship over extensive neighboring territories. Spanish historian Andrés Marcos Burriel writes that its domain comprised 63 villages, including Albacete, La Roda, Villarrobledo, Castillo de Garcimuñoz, Belmonte and many others. All of this was placed under the protection of the Military Order of Santiago by Alfonso VIII. In 1212, the town council of Alarcón sent troops to support the king’s army in the decisive Battle of Las Navas de Tolosa. At the start of the 14th century, Ferdinand IV of Castile gave lordship of Alarcón and its castle to Juan Manuel, Prince of Villena. Only a provisional measure in 1297, the appointment was confirmed on March 23, 1305. It was at Alarcón that the prince wrote some of his literary works. After his death, the lordship passed to his son Fernando Manuel de Villena (es) and then to his granddaughter Blanca. It was later recovered by King Peter of Castile and returned to the royal heritage. Henry II of Castile then gave it to Alfonso I of Aragon, whom he named Marquis of Villena in 1372, but Henry III took it back for the Crown in 1395. Finally, in the 15th century, Alarcón was given to Juan Pacheco, Marquis of Villena, on May 23, 1446. Juan and his son Diego López Pacheco (es) sided with Joanna of Castile, a claimant to the throne, against Queen Isabella and her husband King Ferdinand. During this dispute, the marquises managed to hold the castles of Belmonte, Garcimuñoz, and Alarcón as well as the marquisate of Villena. Following the Middle Ages, the Castle of Alarcón was abandoned and suffered deterioration. In 1712 it belonged to the Marquis of Aguilar, who received a report from master builders insisting on urgent repairs to prevent collapse. In 1720, the castle was governed by Alejandro de Alarcón and Duchess Julia de Alarcón, who harbored many refugees during times of conflict in the country, turning them into heroes of the region.[citation needed] José María Fernández de Velasco, 15th Duke of Frías, sold the castle and “four or five little towers more” to Rafael Lázaro Álvarez de Torrijos for 20,000 reales on June 5, 1863. In 1963, the Minister for Information and Tourism, Manuel Fraga Iribarne, expropriated it from the family of Álvarez Torrijos Torres, native of La Almarcha but with paternal ancestors from Gascas. The castle was then revitalized as a parador hotel and opened to the public on March 25, 1966. Legends The legend of the Castle of Alarcón tells the story of how the stone blocks in the encircling wall were stained with blood, represented today by curious black and reddish spots on the mortar. Long ago, there lived in the castle the lord of all the region. He had a very beautiful sister of marriegeable age and desired by many suitors. Among these was the son of a lord from neighboring lands. This young man was notorious for his evil ways, and thus, when he came to ask for the maiden’s hand in marriage, he was thrown out straightaway. Some time later, the lord of the castle learned that the rejected suitor, deeply resentful, had made plans to murder him and kidnap his sister. And so, when one day a stranger arrived asking to meet with the lord in private, he suspected that the man had been sent as an assassin and took great care in preparing the meeting. In the end, his suspicions were confirmed, and at the very moment when the stranger was about to leap upon him, his servants restrained and killed the assassin. Then, as some construction was being done in the castle, they mixed the corpse in with the mortar that had been prepared for the work.
El castillo de Alarcón forma parte del conjunto de fortificaciones establecidas en torno a la villa conquense de Alarcón. Esta plaza fuerte consta de un recinto amurallado que alberga el núcleo de población y el castillo propiamente dicho, y de cinco torres exteriores aisladas y estratégicamente dispuestas. Historia De origen árabe, dependió inicialmente la fortaleza del emirato de Córdoba. Tras la descomposición del califato cordobés y la formación de los reinos taifas, se subordinó al de Toledo. Durante su permanencia en poder de los musulmanes sirvió de bastión defensivo en sus pugnas internas. En 1184, Fernán Martínez de Ceballos, capitán de las tropas de Alfonso VIII, asedió la fortaleza durante nueve meses y la ganó finalmente para su rey el día de san Andrés. Se vio recompensado con el privilegio de tomar el nombre de la villa por apellido, cosa que hizo, pasando a llamarse Martínez de Alarcón y dando con ello origen a este nuevo linaje. A partir de entonces, el castillo de Alarcón mereció la atención de los sucesivos reyes de Castilla que lo engrandecieron y reforzaron, a la par que le dotaron de un fuero propio (1186) y le otorgaron el señorío de amplios territorios circundantes, el padre Burriel dice que su alfoz constaba de 63 aldeas entre las que se incluían: Albacete, La Roda, Villarobledo, Castillo de Garcimuñoz, Belmonte y otras muchas. Todo ello fue puesto en manos de la Orden Militar de Santiago por Alfonso VIII el 18 de octubre de 1194, cuando el rey efectúa en Alarcos, la donación definitiva a dicha orden de este castillo, la mitad de los portazgos de Alarcón y Alconchel, la aldea de las Gascas, VillamelendroVillasila y otras heredades.​ Dicha donación se reitera un mes más tarde, el 24 de noviembre en Toledo, donde Alfonso VIII da además a la Orden, la mitad del portazgo de Alarcón y de Valera de Roa, las villas de Villasila y Villamelendro pero en este caso, a cambio del castillo de Alarcón, la quinta parte de las rentas de esta villa y la aldea de Las Gascas​. Cuando en 1212 se libra la trascendental batalla de Las Navas de Tolosa, el concejo de Alarcón concurre a la misma sumando sus propias tropas a las del rey. A principios del siglo XIV, el Infante don Juan Manuel recibió de Fernando IV el señorío de Alarcón, castillo incluido, provisionalmente en el año 1297 y de forma definitiva el 23 de marzo de 1305. En este noble retiro escribió alguna de sus obras literarias. A la muerte del infante, lo heredó su hijo Fernando Manuel de Villena y después su nieta Blanca. Después lo recuperó Pedro I y retornó al patrimonio real. Enrique II se lo concede a Alfonso de Aragón el Viejo al que nombra marqués de Villena en 1372, pero Enrique III lo destituye en 1395 y de nuevo regresa a la Corona. Finalmente, en el siglo XV se le concede a don Juan Pacheco (23-5-1446), marqués de Villena. El marquesado, en las personas de don Juan y de su hijo don Diego López Pacheco, tomó partido por Juana la Beltraneja y se enfrentó a los Reyes Católicos. En esta porfía logró mantener los castillos de Belmonte, Garcimuñoz, Alarcón y el Ducado de Escalona. Superada la Edad Media, el castillo de Alarcón sufrió el deterioro propio de un inmueble abandonado y en desuso. En 1712 pertenecía al marqués de Aguilar y los alarifes hacen un informe en el que mantienen que era necesaria una reforma urgente para que no se derrumbara. En el año 1720 el Castillo estuvo gobernado por Alejandro de Alarcón y la duquesa Julia de Alarcón ambos refugiaron a mucha gente duerante los conflictos en el país llegando a ser héroes de la región.[cita requerida] El duque de Frías, José María Bernardino Fernández de Velasco le vendió el castillo y "cuatro o cinco torreoncitos más" a don Rafael Lázaro Álvarez de Torrijos por 20.000 reales (Madrid, 5 de junio de 1863). En el año 1963 el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, se lo expropió a la familia Álvarez Torrijos Torres, natural de La Almarcha pero con antecedentes familiares paternos en Gascas. Una vez rehabilitado como Parador Nacional de Turismo Marqués de Villena, se inauguró el 25 de marzo de 1966. Leyendas La leyenda del castillo de Alarcón cuenta cómo los bloques de piedra del muro que lo rodea se tiñeron de sangre, presentando en la actualidad unas curiosas manchas negras y rojizas entre la argamasa. En tiempos lejanos vivía en el castillo el señor de toda la zona. Tenía este una hermana muy hermosa y casadera que muchos pretendientes deseaban. Entre ellos, el hijo del señor de otras tierras cercanas, famoso por su mala vida; por ello, al primer intento de pedir su mano fue echado sin contemplación. Tiempo después llegó a conocimiento del señor del castillo el profundo rencor que el pretendiente rechazado sentía y los planes de éste para asesinarlo y secuestrar a su hermana. Así, cierto día en que llegó un extraño con la intención de entrevistarse con él en privado, sospechó de que podía tener la intención de matarlo, por lo que preparó la recepción con gran esmero. Finalmente, las sospechas se confirmaron y en el último momento cuando el desconocido iba a abalanzarse sobre el señor, los criados lo retuvieron y le dieron muerte, para después mezclar su cuerpo con la argamasa que estaban preparando para unas obras que se estaban haciendo en el castillo.
Useful information
Saliga guiada: 15€ descubrealarcon@descubrealarcon.es
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